Estas galletas están tan crujientes que se desmenuzan en la boca. ¡Te encantará su sabor dulce y su textura arenosa!
Seguro
que las has comido en muchas ocasiones, aunque no sepas cómo se denominan en
realidad. Las galletas sablé son esas galletas redondas y
crujientes que suelen tener los bordes dentados, de una masa muy frágil
y muy crujiente que se desmenuza fácilmente en arenas o migas al
morderla.
Se
preparan con tan solo tres ingredientes básicos (harina de trigo, mantequilla y
azúcar) y son originales de la región de Normandía, en Francia, aunque en la actualidad
ya se consumen en prácticamente todo el mundo. ¡Y es que es difícil resistirse
a su textura!
Ingredientes:
- 140 gramos de harina de trigo de todo uso
- 25 gramos de cacao en polvo
- 120 gramos de mantequilla ablandada a temperatura
ambiente
- 130 gramos de azúcar
- 110 gramos de chocolate con al menos un 70% de
cacao
- Una cucharadita de bicarbonato
- Una cucharadita de sal
- Una cucharadita de extracto vainilla
Cómo preparar
estas galletas sablé
Para
empezar en un bol mezcla todos los ingredientes secos: la harina, el
bicarbonato, la sal y el cacao en polvo. En otro bol más grande
bate la mantequilla ligeramente ablandada con el azúcar, hasta que formes una
especie de crema. Añade la mezcla seca del primer bol al segundo bol con
cuidado, añade también el chocolate bien picado y triturado y remueve todos los
ingredientes bien para que se integren.
Mezcla
hasta que consigas una masa marrón compacta, que puedas trabajar con las manos
hasta que consigas hacer una bola. Coloca la masa en un papel de plástico
transparente y con las manos, dale forma de rulo alargado. Envuelve la masa con
el papel film transparente.
Guarda
la masa envuelta en la nevera durante un par de horas, hasta que se haya
endurecido totalmente. Pasado ese tiempo sácala de la nevera y con un cuchillo,
córtala en discos de medio centímetro de grosor: serán las galletas.
Coloca
las galletas sobre una bandeja para horno con papel sulfurizado
dejando espacio entre ellas (ya que crecerán en tamaño) y hornearlas durante
unos 15 minutos a 180º C. Después, sácalas del horno y deja que se enfríen y se
endurezcan por completo. Pasados unos minutos, podrás disfrutar de ellas. ¡Te
encantarán!
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