El yogur y la cúrcuma son ingredientes ancestrales y esenciales en la cocina india, son muy saludables, pero además resultan deliciosos y pueden regalarnos platos tan reconfortantes como esta sencillísima sopa india llamada kadhi, enriquecida con harina de garbanzos y muchas especias.
Mezclar en un cuenco el yogur, la harina de garbanzos y la cúrcuma, con unas varillas hasta integrar todo bien. Añadir 250 ml de agua y mezclar de nuevo hasta tener una crema líquida homogénea.
Calentar 15 ml de aceite de oliva en una cazuela con todas las especias, salvo el comino, el chile y el pimentón. Dejar que empiecen a soltar su aroma a fuego medio, y mantener uno o dos minutos, vigilando que no se tuesten demasiado.
Añadir la mezcla de yogur y 750 ml de agua, una pizca de sal y un chorrito de limón o lima. Calentar a fuego medio, sin dejar de remover con unas varillas, hasta que entre en ebullición. Si se deja de remover, podría cortarse.
Una vez esté hirviendo con intensidad suave, mantener la cocción ya sin remover durante 10 minutos, procurando que no lo haga a borbotones. Pasado este tiempo, remover suavemente para comprobar la textura al gusto.
Calentar el resto de aceite de oliva en una sartén aparte y dorar el comino con el chile o cayena, hasta que esté fragante. Servir la sopa caliente con esta mezcla (retirando el chile si se prefiere), más zumo, perejil o cilantro al gusto, y pimentón picante opcional.
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